Nos
encontramos en un pequeño pueblecito dentro de la
llamada Mancomunidad
de Entresierras, en la provincia de Salamanca, comarca
situada entre la
Sierra de Béjar
y la Sierra de Francia,
dos espacios naturales
llenos de magia
para aquellos amantes
de la naturaleza
que deseen pasar
unos días
en nuestra tierra.

SIERRA
DE BÉJAR
La
Sierra de Béjar
ocupa la vertiente
septentrional del
Sistema Central
rayando con Extremadura.
La delimitación
comarcal está
dibujada al sur
por las comarcas
cacereñas
del Valle del Jerte
y del Ambroz, al
este por la línea
provincial de Ávila,
al oeste por la
discontinuidad de
la Fosa del Río
Alagón que
da paso a la Sierra
de Francia, y al
norte por la alineación
de pequeños
"monte islas",
que enlazan con
la penillanura salmantina. 
Cualquier
visita a este espacio
debe contemplar
la posibilidad de
ascender hasta sus
cumbres
con altos picos
como Pico Alaiz
(1.926 m), La Covatilla
(2.000 m), Peña
Negra (2.135 m),
Canchal Negro (2.369
m), y El Calvitero
(2.395 m). Las veredas
señalizadas
con hitos invitan
a descubrir las
cascadas de los
canalizos, las cumbres
del Canchal de la
Ceja (2.425 m.)
Las Agujas y el
Calvitero (2.395
m.) las tres Lagunas
del Trampal y el
nacimiento del río
Cuerpo de Hombre
en la Charca de
Venerofrío,
situada en el conjunto
del Hoya Moros.
En
el término
municipal de La
Hoya, a 2.000 m.
de altura se encuentra
la carretera que
da acceso a La Covatilla,
una moderna estación
de esquí
que se está convirtiendo
en un punto de referencia
dentro del mundo
del turismo de nieve.
Los
conjuntos históricos
de la comarca ofrecen
otra posibilidad
de realizar una
interesante ruta
que llevará
a disfrutar de las
empinadas calles
de Candelario, arrullado
por sus sonoras
corrientes de agua,
o a recorrer las
calles de la antigua
ciudad de Béjar
encerrada en sus
murallas árabes.
Muy cerca de estos
lugares se
atraviesa uno de
los conjuntos históricos
más importantes
de toda la Península:
la Calzada Romana
de la Plata.
SIERRA
DE FRANCIA
En
tierras del sur
de Salamanca se
esconde un territorio
montañoso,
intrincado, repleto
de bosques y de
escondidos valles,
surcados por rumorosas
corrientes de agua
que buscan la cercanía
de las tierras cacereñas.
Un medio natural
montañoso,
nutrido de valles
cubiertos de bosques
y recorridos por
numerosas corrientes
fluviales, favorece
la elevada calidad
medioambiental de
la comarca que le
ha valido su protección
como Espacio Natural
de Las Batuecas-Sierra
de Francia .

La Sierra de Francia,
situada a escasos
treinta kilómetros
de la ciudad de
Béjar, constituye
una de las últimas
estribaciones del
Sistema Central.
Esta zona encierra
el más variado
y completo conjunto
de atractivos turísticos.
La
cumbre de la Peña
de Francia, con
su monasterio dedicado
a la Virgen de esta
advocación,
sirve de
excelente mirador
natural desde donde
contemplar toda
la comarca, otras
vecinas y parte
de las tierras cacereñas.
Los pueblos de esta
comarca presentan
una valiosa arquitectura
popular, sirviendo
de singular escenario
a fiestas, costumbres
y tradiciones ancestrales
de gran riqueza
y plasticidad. Algunos
ejemplos son Miranda del Castañar, Mogarraz, San Martín del Castañar y La Alberca, como más representativos.
A los pies
del inconfundible
perfil de la Peña
de Francia se abre
el enigmático
valle de Batuecas
repleto de pinturas
rupestres esquemáticas,
ocultas en abrigos
rocosos, que adornan
singularmente este
espacio en el que
resalta la imperecedera
silueta del monasterio
carmelita. Es un
parque natural y
lugar ignorado hasta
el siglo XVI en
que llegaron allí
los carmelitas y
fundaron su monasterio.
En principio, estos
monjes llegaron
a construir 18 ermitas
por entre aquellos
riscos, ya en el
valle.
Desde el valle,
puede el viajero
volver hacia Béjar
por todo el territorio
de Las Hurdes, mito
ya de la tierra
maldita y que recomendamos recorrer.

Para conocer nuestra ubicación exacta, por favor, contacta con nosotros.

  
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